Día Mundial Contra el Cáncer de mama: cosmética y cáncer

En España, alrededor de un 30 % de los casos de cáncer en mujeres es de mama. Y se calcula que la probabilidad de sufrirlo es de una de cada ocho mujeres, sobre todo entre aquellas que se sitúan entre los 45 y los 65 años, periodo en el que sufren grandes cambios hormonales.

Ellas, como cualquier otro paciente oncológico, experimentan drásticos cambios emocionales y, por supuesto, físicos. Y es la piel una de las grandes afectadas, ya que los tratamientos contra el cáncer pueden llegar a ser muy agresivos con nuestra dermis. Por otra parte, cuando se trata de un cáncer de mama, hay que sumar las secuelas de las cirugías mamarias.

Los efectos de los tratamientos contra el cáncer en la piel

Es habitual que los tratamientos contra el cáncer de mama provoquen efectos secundarios en la piel. Lo normal es que sean leves, aunque es cierto que en algunas pacientes se pueden manifestar de una forma más severa. Esos efectos van a depender en buena medida de cada mujer, del tratamiento y de hasta qué punto su sistema inmunitario se ve debilitado.

En líneas muy generales, la radioterapia causa picazón, sequedad en la piel y descamación. También pueden aparecer llagas dolorosas. Esos mismos efectos secundarios pueden aparecer con la quimioterapia, además de fotosensibilidad, cambios en la pigmentación, erupciones o sensación de ardor. Y las manos y los pies sufren especialmente esos efectos adversos.

Sin embargo, lo habitual es que estos efectos desaparezcan poco después de finalizado el tratamiento, pero es importante que el médico esté siempre al tanto de ellos. Y, de manera muy especial, es esencial cuidar la piel con mucho esmero para que pueda recuperarse cuanto antes.

Tratamientos de cosmética imprescindibles

Los avances médicos han permitido el desarrollo de una amplia gama de productos de cosmética oncológica. Estos ayudan a regenerar la piel afectada por los tratamientos. Y también mejoran el estado de esas zonas concretas sometidas a alguna cirugía, como la extirpación de tumores o las mastectomías, en el caso concreto del cáncer de mama.

Así, la cosmética oncológica ayuda a las pacientes a sobrellevar mejor esas molestias cutáneas y, sobre todo, a regenerar la piel cuando esta ha sido especialmente dañada. Cremas hidratantes y protectoras, lociones reparadoras o antioxidantes, geles, champús e incluso detergentes sirven para mejorar su calidad de vida ya no solo en los momentos más delicados, sino también después de vencer a la enfermedad.

Es muy importante, además, tener en cuenta que la piel está muy sensible, y eso significa que productos que antes no causaban ningún tipo de reacción adversa ahora sí pueden hacerlo. Por ello, el consejo es evitar siempre productos de cosmética con perfumes, colorantes, aditivos o conservantes.

Por otra parte, si no son productos específicos para pacientes oncológicos es de vital importancia asegurarse de que son ricos en sustancias humectantes y emolientes, así como en ácidos omega, que ayudan a mantener la barrera hidrolipídica.

Y una última cuestión esencial que cualquier enfermo de cáncer debe tener siempre presente es evitar la exposición al sol. Si no queda más remedio que salir, especialmente en días u horas calurosas, aplicarse filtros solares de pantalla total es obligatorio.

Los beneficios emocionales de la cosmética en pacientes con cáncer

El efecto del cáncer en la imagen personal puede llegar a ser muy severo. Y ello no hace más que alterar aún más el equilibrio emocional de los enfermos, más cuando son mujeres. A los efectos físicos y el dolor de la enfermedad se suma la pérdida de estima y de confianza en una misma a causa de esos cambios inevitables, pero siempre muy duros.

Por eso, la cosmética se ha convertido en uno de los mejores aliados para aquellas mujeres que sufren cáncer de mama, o de cualquier otro tipo. Mejorar su imagen y elevar su autoestima es un factor que influye también en los propios tratamientos.

Un buen estado emocional de los pacientes repercute en la respuesta inmunitaria. Además, predispone a un mejor control de la enfermedad y a una actitud más positiva a la hora de seguir estrictamente los tratamientos.

Por todo ello, la cosmética se ha convertido en un aliado imprescindible para pacientes oncológicos y, de manera muy especial, en mujeres que sufren cáncer de mama, ya que en ellas las secuelas físicas de la enfermedad puede llegar a ser mucho más severas.